LA MIEL EN LA PALMA
Quizás sea uno de los productos más saludables y con una amplia variedad de propiedades medicinales.
La miel es un producto único y con diferencias peculiares en las islas, que con dedicación y esmero hacen unos de los animales más trabajadores que conocemos: las abejas.Los apicultores de Canarias llevan realizando su labor desde hace más de 500 años, instalando colmenares pequeños y usando métodos de elaboración artesanal que dan lugar a unas mieles únicas en el mundo.
Las particularidades y endemismos de la flora en Canarias, unida a las peculiaridades del clima, hacen del manjar dulce una exquisitez que sirve para tomar sola o para combinar con un sinfín de platos.
Tenemos en las Islas mieles exquisitas, tanto en su variedad monofloral como multiflorales. Podemos destacar diferentes tipos por su originalidad y sabor, las de tajinaste, de retama del Teide (Tenerife), de aguacate, de castaño, o las multiflorares de Costa, Monte o Cumbre.

En la isla de La Palma podemos encontrar otras peculiaridades, ya que la miel suele tener una cristalización más tardía. Destacan aquí las mieles multiflorales de monte, así como las monoflorales de castaño, brezal o tajinaste. Son de sabores más intensos cuando dominan los brezos, hinojos o castaños, y algo más suaves y aromáticas cuando domina el orégano, el eucalipto o el escobón. Tampoco podemos olvidarnos de la miel de almendro o de pitero
Destacables son también las colmenas seleccionadas que producen miel ecológica, situadas entre los 450 y 1200 metros de altitud. En este caso las colmenas deben estar apartadas de campos de cultivo para garantizar que la miel no contenga restos de insecticidas ni pesticidas de ningún tipo. Además, los distintos tratamientos que se realizan sobre los parásitos que enferman a las abejas deben ser naturales. Un ejemplo es la miel ecológica de Monte Atlántida.
Cada año las mieles de Canarias son premiadas en el XV Concurso Regional de Mieles que organiza la Casa de la miel en Tenerife, sobre el mes de octubre, y donde cada año las mieles palmeras se alzan con un gran número de galardones.
Asimismo, no podemos hablar de mieles sin destacar las producidas en Garafía, en el norte de la isla de La Palma, uno de los lugares de naturaleza más pura y con una amplia variedad de flores. Quizás los apicultores más conocidos sean la familia Braun, alemanes afincados en la Isla Bonita desde hace décadas y amantes de la apicultura ecológica. Elaboran tres clases de miel: de flor de almendro, castaño y pitero, procedentes de la abeja negra de Canarias, la autóctona de la zona. Durante todo el proceso de elaboración son muy cuidadosos, no usando utensilios químicos ni artificiales y recolectando sólo en días concretos, llevando una línea de explotación sostenible o como los Braun dicen “siguiendo un trabajo al ritmo de la luna.”
Sin duda, un producto único en las Islas y en especial en la Isla Bonita, donde aún mantienen las tradiciones ancestrales y producen una gran cantidad de miel ecológica, libre de impurezas y única en el mundo.
SERGIO SOSA PÉREZ